Receta de tarta de galleta con chocolate y nata

TARTA DE GALLETA CON CHOCOLATE Y NATA

Si buscas un postre irresistible, fácil de hacer y sin necesidad de horno, esta tarta de galleta con chocolate y nata es la opción perfecta.

Su combinación de capas crujientes de galleta, un cremoso relleno de chocolate y una suave nata con textura firme la convierten en un dulce ideal para cualquier ocasión.

Lo mejor de esta tarta de galleta con chocolate y nata es su equilibrio de sabores y texturas, el crujiente de las galletas, el toque untuoso del chocolate y la ligereza de la nata crean una experiencia única en cada bocado.

Además, su preparación es sencilla y rápida, por lo que no necesitas ser un experto en repostería para disfrutarla.

Ya sea para una celebración especial o simplemente para darte un capricho, esta tarta de galleta con chocolate y nata conquistará a todos en casa.

Sigue el paso a paso de la receta y sorprende con un postre delicioso y casero. Anímate a prepararla.

INGREDIENTES DE LA RECETA

Para la base y capas de galleta:

  • 400 g de galletas tipo María o Digestive
  • 150 g de dulce de leche o leche condensada espesa
  • 50 g de mantequilla derretida
  • 50 g de cacahuetes triturados

Para la capa de chocolate:

  • 200 g de chocolate negro o con leche
  • 200 ml de nata (crema para batir)
  • 50 g de mantequilla
  • 50 g de frutos secos triturados (pueden ser almendras, avellanas o más cacahuetes)

Capa de nata:

  • 250 ml de nata para montar (mínimo 35% MG)
  • 50 g de azúcar glas
  • 4 g de gelatina neutra en polvo (o 2 hojas de gelatina)
  • 2 cucharadas de leche caliente (para disolver la gelatina)

Para la decoración:

  • Crema chantilly (nata montada con azúcar glas)
  • Grumitos de galleta con cacahuetes

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE TARTA DE GALLETA CON CHOCOLATE Y NATA

Tritura las galletas en un procesador de alimentos o metiéndolas en una bolsa y pasándoles un rodillo. No deben quedar polvo, sino trocitos pequeños.

Mezcla las galletas trituradas con el dulce de leche y la mantequilla derretida hasta que quede una masa pegajosa pero con textura granulada.

Divide en tres partes: una para la base, otra para la capa intermedia y otra para la cobertura final.

A la parte de la cobertura, añade los cacahuetes triturados y reserva.

Calienta la nata a fuego medio hasta que esté caliente pero sin hervir.

Añade el chocolate troceado y la mantequilla. Remueve hasta que se derrita todo y quede una crema homogénea.

Incorpora los frutos secos triturados y mezcla bien.

Hidrata la gelatina con un poco de agua fría (si usas en hojas, déjalas en remojo 5 minutos y luego escúrrelas).

Calienta 2 cucharadas de leche y disuelve la gelatina en ella.

Bate la nata con el azúcar glas hasta que esté semimontada, luego incorpora la gelatina disuelta en leche y sigue batiendo hasta que quede bien firme.

Usa un molde rectangular forrado con papel de horno para desmoldarlo fácilmente.

Presiona la primera parte de la mezcla de galleta en el fondo del molde para formar una base firme.

Vierte la capa de chocolate y extiende bien.

Refrigera 10-15 minutos para que coja consistencia.

Añade la segunda parte de la mezcla de galleta y presiona suavemente.

Extiende la capa de nata firme.

Cubre con la última parte de la mezcla de galleta con cacahuetes y presiona ligeramente.

Refrigera el pastel al menos 4 horas (mejor si es de un día para otro).

Corta en porciones cuadradas.

Decora cada trozo con un poco de crema chantilly y espolvorea con grumitos de galleta y cacahuete.

Ya tienes un pastel cremoso, crujiente y con un contraste brutal de sabores.

💡 Consejos útiles para que tu tarta quede perfecta

No tritures demasiado las galletas; deja algunos trocitos para aportar textura. Esto marcará la diferencia entre una base aburrida y una crujiente y sabrosa.

Compacta bien cada capa de galleta presionando con el dorso de una cuchara o un vaso plano. Así evitarás que la tarta se desmorone al cortarla.

Si la mezcla de chocolate queda muy líquida, déjala reposar unos minutos antes de verterla sobre la base. Ganará cuerpo y evitarás que se mezcle con las capas inferiores.

Para una nata más firme, asegúrate de que esté muy fría antes de montarla. También puedes meter el bol y las varillas en la nevera unos 15 minutos antes de batir.

Al desmoldar, si usaste papel de horno, tira suavemente hacia los lados para no romper las capas. Y si está muy fría, espera 5 minutos a temperatura ambiente para que sea más fácil cortar.

🍰 Variantes irresistibles para innovar con esta receta

  • Versión más ligera: sustituye la nata de la capa superior por yogur griego azucarado o queso mascarpone batido con un poco de miel.

  • Toque frutal: añade rodajas finas de plátano o fresas entre las capas, especialmente entre la nata y la galleta, para aportar frescor.

  • Galletas con sabor: prueba con galletas de chocolate o de canela en lugar de las clásicas María para variar el perfil de sabor.

  • Capa de caramelo salado: antes de la capa de nata, añade una cucharada de caramelo salado casero o comprado. El contraste con la nata y el chocolate es espectacular.

  • Mini tartas individuales: monta las capas en vasitos de cristal o moldes de silicona para porciones individuales y una presentación más elegante.

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