ARROZ CON POLLO CONSEJOS PARA QUE QUEDE RICO

El arroz con pollo es un plato clásico que nunca falla. Su combinación de sabores y texturas lo convierte en una opción ideal para cualquier ocasión, desde una comida familiar hasta un almuerzo especial.

Además, con algunos trucos y consejos sencillos, puedes lograr que quede suelto, jugoso y lleno de sabor.

Cada región tiene su propia versión, pero lo importante es encontrar el equilibrio perfecto entre el arroz, el pollo y el sofrito. Los ingredientes frescos y un buen caldo marcan la diferencia, aportando profundidad y aroma al plato.

Con la técnica adecuada, conseguirás ese punto en el que cada grano queda en su lugar sin apelmazarse.

Si alguna vez has intentado hacerlo y no ha salido como esperabas, no te preocupes. Siguiendo unos pasos clave, podrás preparar un arroz con pollo sequito, delicioso y bien cocinado.

No es cuestión de suerte, sino de saber cómo manejar el fuego, el tiempo y las cantidades justas de líquido.

¿Te animas a probarlo? Con esta receta, aprenderás a hacerlo de manera sencilla y sin complicaciones. Ya sea para sorprender a tu familia o simplemente darte un capricho, este plato siempre será un acierto.

INGREDIENTES DE LA RECETA DE ARROZ CON POLLO

(para 4 personas):

• 2 tazas de arroz

• 500 g de pollo troceado (muslos y contramuslos deshuesados o con hueso)

• 1 pimiento rojo

• 1 pimiento verde

• 2 tomates maduros rallados

• 3 dientes de ajo

• 1 cebolla mediana

• 1 litro de caldo de pollo (aproximadamente)

• 1 cucharadita de pimentón dulce

• ½ cucharadita de cúrcuma o unas hebras de azafrán

• ½ vaso de vino blanco

• Aceite de oliva virgen extra

• Sal y pimienta al gusto

• Romero o tomillo (opcional)

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE ARROZ CON POLLO

Primero, calienta un buen chorro de aceite de oliva en una paellera o sartén ancha. Luego, añade el pollo troceado con una pizca de sal y pimienta.

Déjalo dorar bien por todos lados a fuego medio-alto para que tome un bonito color. Una vez listo, retíralo y resérvalo.

A continuación, en el mismo aceite, añade los ajos picados y la cebolla en trozos pequeños.

Remueve y, cuando empiecen a dorarse, incorpora los pimientos cortados en tiras finas. Cocina unos 5 minutos hasta que se ablanden.

Seguidamente, incorpora el tomate rallado y cocina a fuego medio hasta que el sofrito reduzca y tome un tono oscuro.

En este punto, agrega el pimentón y la cúrcuma (o azafrán). Remueve rápidamente para evitar que el pimentón se queme.

Ahora, vierte el arroz y mezcla bien con el sofrito durante un minuto. Luego, reincorpora el pollo dorado y añade el vino blanco. Espera a que el alcohol se evapore (unos 2 minutos).

A continuación, vierte el caldo caliente hasta cubrir el arroz (aproximadamente el doble del volumen del arroz). Deja cocinar a fuego medio-alto los primeros 8-10 minutos sin remover.

Después, baja un poco el fuego y cocina otros 8-10 minutos más, hasta que el arroz haya absorbido el caldo.

Cuando el líquido se haya evaporado y el arroz esté en su punto, apaga el fuego y tapa con un paño limpio o papel de aluminio. Deja reposar 5 minutos antes de servir.

✅ Consejos esenciales para un arroz con pollo delicioso

Usa pollo con hueso si quieres más sabor
Aunque los contramuslos deshuesados son más cómodos, el hueso aporta profundidad al caldo. Puedes mezclar trozos con y sin hueso para equilibrar comodidad y sabor.

Dorar bien el pollo es clave
No tengas prisa en este paso: un buen sellado del pollo en aceite de oliva aporta color, textura y sabor al plato final.

El sofrito, sin prisas
La cebolla, el ajo y los pimientos deben cocinarse a fuego medio hasta que estén bien tiernos. El tomate debe reducir hasta perder casi toda el agua. Un sofrito bien hecho marca toda la diferencia.

Pimentón, cúrcuma o azafrán: cuidado con el orden
Añádelos justo antes del arroz y remueve rápido, ya que el pimentón se quema con facilidad. El azafrán (si lo usas) puedes infusionarlo primero en un poco de caldo caliente para sacar más aroma.

Medida justa de líquido
En general, usa el doble de volumen de caldo que de arroz (por ejemplo, 4 tazas de caldo para 2 de arroz). Asegúrate de que el caldo esté caliente al añadirlo, para no cortar la cocción.

No remover el arroz tras añadir el caldo
Una vez repartido el arroz, déjalo tranquilo. Removerlo después del caldo libera almidón y lo hace más meloso, pero aquí buscamos un arroz suelto, tipo paella.

Vigila el punto de cocción final
Si ves que se seca demasiado rápido, puedes añadir un poco más de caldo caliente por los bordes. Si queda muy caldoso, sube el fuego al final unos minutos.

El reposo final es obligatorio
Cubrirlo con un paño o papel de aluminio al apagar el fuego permite que el arroz termine de asentarse y quede más uniforme.

🔄 Variantes y personalizaciones del arroz con pollo

Estilo campero
Añade unas alcachofas en cuartos, judías verdes o habas al sofrito para un toque más rústico. También puedes incorporar un poco de chorizo picado.

Con toque caribeño o latino
Sustituye el azafrán por achiote o cúrcuma, añade una hoja de laurel, un poco de orégano seco y maíz dulce. Puedes terminarlo con cilantro fresco picado.

Versión con mar y tierra
Agrega unas gambas peladas o mejillones junto al pollo para una variante tipo “mar y montaña”.

Para niños o versión suave
Evita el vino y las especias fuertes. Usa sólo pollo, arroz, caldo, cebolla y un poco de zanahoria rallada: es suave, colorido y nutritivo.

Picante o con especias exóticas
Incorpora una pizca de chile molido, curry o ras el hanout al sofrito para darle un giro distinto. Acompáñalo con yogur natural o una salsa fresca tipo tzatziki.

🧊 Consejo extra: se puede guardar y recalentar

Este arroz queda muy bien de un día para otro. Guárdalo en un recipiente hermético en la nevera y recalienta en sartén con un chorrito de caldo o agua. Evita el microondas si quieres que no se pase.