Tarta de ricota y frutos rojos

TARTA DE RICOTA Y FRUTOS ROJOS UNA DELICIA

Si buscas un postre fresco, delicioso y fácil de preparar, la tarta de ricota y frutos rojos es la opción perfecta.

No necesitas horno, lo que hace de esta receta una opción ideal para aquellos días en los que no quieres complicarte, pero sí disfrutar de algo sabroso.

Además, su combinación de ricota cremosa y la frescura de los frutos rojos la convierte en una verdadera delicia.

En primer lugar, la base crujiente de galleta le da el toque ideal para equilibrar la suavidad del relleno.

Esta tarta es ligera pero con el sabor suficiente para conquistar a tus invitados. Y lo mejor es que puedes adaptarla a tus gustos, eligiendo los frutos rojos que más te gusten.

A continuación, la cobertura de gelatina de frutos rojos no solo añade un sabor increíble, sino que también aporta un aspecto vibrante y atractivo.

Sin duda, la tarta de ricota y frutos rojos será el centro de atención en cualquier mesa, con su colorido contraste y su textura suave.

Además, se prepara con facilidad, lo que te permite disfrutar sin complicaciones.

Finalmente, esta tarta es la opción perfecta para cualquier día. Ya sea para una reunión familiar, una fiesta o simplemente como un capricho personal, nunca defrauda.

INGREDIENTES DE LA RECETA

Para la base:

  • 200 g de galletas digestive (o galletas de tu preferencia)
  • 100 g de mantequilla derretida
  • 2 cucharadas de azúcar

El relleno:

  • 500 g de ricota (también puedes usar queso crema si prefieres)
  • 200 ml de nata líquida para montar
  • 100 g de azúcar
  • 2 cucharaditas de esencia de vainilla
  • 2 hojas de gelatina (o 6 g de gelatina en polvo)

Para la cobertura:

  • 200 g de frutos rojos (pueden ser frescos o congelados)
  • 50 g de azúcar
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • 1 hoja de gelatina (o 3 g de gelatina en polvo)

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE TARTA DE RICOTA Y FRUTOS ROJOS

Comienza triturando las galletas hasta que queden bien finas. Puedes hacerlo en un procesador de alimentos o metiéndolas en una bolsa y aplastándolas con un rodillo.

Luego, mezcla las galletas trituradas con el azúcar y la mantequilla derretida. Acomoda esta mezcla en el fondo de un molde desmontable de unos 20 cm, presionando bien para que quede compacta.

Lleva el molde a la nevera para que se endurezca mientras preparas el resto de la tarta.

Si usas gelatina en hojas, hidrátala en agua fría por unos 5 minutos. Si usas gelatina en polvo, disuélvela en un poco de agua caliente, siguiendo las instrucciones del paquete.

En un bol grande, bate la ricota con el azúcar y la esencia de vainilla hasta que obtengas una mezcla suave.

En un recipiente aparte, bate la nata líquida hasta que quede montada. Incorpora la nata montada a la mezcla de ricota con movimientos envolventes, para que quede bien aireada.

Calienta un poco de la mezcla de ricota y añade la gelatina ya hidratada (asegúrate de que no esté caliente para no dañar la nata). Mezcla bien hasta que la gelatina se disuelva completamente.

Luego, agrega esta mezcla a la preparación de ricota y combina todo bien.

Vierte la mezcla de ricota sobre la base de galleta que preparaste. Alisa la superficie con una espátula y deja la tarta en la nevera durante al menos 4 horas, o hasta que tome consistencia.

PREPARA LA COBERTURA DE FRUTOS ROJOS

Mientras la tarta se enfría, pon los frutos rojos en una sartén con el azúcar y el zumo de limón.

Cocina a fuego medio durante unos 5 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que los frutos se deshagan un poco.

Hidrata la gelatina (de la misma manera que lo hiciste para el relleno) y agrégala a la mezcla de frutas.

Cocina por 2 minutos más, removiendo para que se disuelva bien la gelatina. Deja enfriar la mezcla antes de verterla sobre la tarta.

Una vez que la tarta haya cuajado, vierte con cuidado la gelatina de frutos rojos sobre el relleno.

Lleva de nuevo a la nevera por al menos 2 horas más, hasta que la gelatina esté firme.

✅ Consejos para una tarta de ricota y frutos rojos cremosa y firme

Base bien prensada. Aplasta la mezcla de galletas con el dorso de una cuchara o un vaso para que quede compacta y no se desmorone al cortar. Refrigera al menos 20 minutos antes de añadir el relleno.

Gelatina bien hidratada. Si usas hojas, sumérgelas en agua fría hasta que estén blandas. Si usas gelatina en polvo, disuélvela en agua caliente (no hirviendo) según las instrucciones del paquete.

Cuidado con las temperaturas. Al añadir la gelatina disuelta, asegúrate de que no esté demasiado caliente ni la mezcla demasiado fría. La clave es templar una parte de la mezcla de ricota, integrar ahí la gelatina, y luego mezclar con el resto.

Montar la nata correctamente. Usa nata muy fría y bate hasta que forme picos suaves, pero sin pasarte. Esto da esponjosidad al relleno sin que se corte.

Mezcla con delicadeza. Incorpora la nata montada a la ricota con movimientos envolventes, para mantener una textura ligera y aireada.

Tiempo de cuajado. Respeta los tiempos de nevera: 4 horas para el relleno y 2 horas más tras añadir la cobertura. Lo ideal: dejarla toda la noche.

Cobertura brillante y estable. Deja templar la mezcla de frutos rojos antes de verterla sobre el relleno para evitar que lo derrita o lo hunda.

Desmolda con suavidad. Pasa un cuchillo humedecido por los bordes antes de abrir el aro del molde, así evitarás que se rompa.

🔄 Variantes para cambiar la tarta a tu gusto

Con queso crema: Puedes sustituir parte o toda la ricota por queso crema tipo Philadelphia si prefieres una textura más densa y untuosa.

Sin azúcar refinado: Usa azúcar de coco, miel o sirope de agave para endulzar el relleno de forma natural.

Con yogur griego: Sustituye parte de la ricota por yogur griego natural para un toque más ligero y fresco.

Fruta a tu elección: Cambia los frutos rojos por mango, piña, maracuyá, albaricoques o lo que más te guste. Solo asegúrate de cocinarlos ligeramente con azúcar y limón antes de añadir la gelatina.

Versión sin gelatina: Puedes usar agar-agar en polvo como alternativa vegetal, siguiendo su dosificación y disolución específicas.

Presentación individual: Haz la tarta en vasitos pequeños o moldes de silicona para porciones individuales. Se ven elegantes y cuajan más rápido.

Con chocolate blanco: Añade 100 g de chocolate blanco derretido a la mezcla de ricota antes de mezclar con la nata para una versión más golosa.

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