SOPA DE MARISCO CASERA PARA HACER FÁCILMENTE
¿Te apetece disfrutar de un plato lleno de sabor y frescura? La sopa de marisco casera es la opción perfecta para sorprender a tus invitados o simplemente darte un gusto.
Con ingredientes frescos y un toque de mar, esta receta te llevará directo al mar sin salir de tu cocina.
Además, su preparación es sorprendentemente sencilla. Con un fondo sabroso, mariscos frescos y un toque de vino blanco, la sopa de marisco casera se convierte en una opción deliciosa para cualquier ocasión especial.
Puedes adaptarla a tus gustos y sorprenderte con el resultado final.
Esta sopa, con sus sabores intensos y su toque reconfortante, es ideal para una comida familiar o para esos días en los que lo único que necesitas es un plato lleno de confort.
Y lo mejor de todo es que, aunque parezca un plato sofisticado, esta receta ¡es muy fácil de preparar!
No lo pienses más, anímate a probar esta receta y haz de la sopa de marisco casera el plato estrella de tu próxima comida.
Verás que con un poco de paciencia y los ingredientes adecuados, tu cocina se convertirá en un verdadero festival de sabores.
INGREDIENTES DE LA RECETA DE SOPA DE MARISCO CASERA
(para 4 personas):
-
250 g de gambas o langostinos
-
250 g de almejas
-
200 g de mejillones
-
200 g de calamares limpios y cortados en anillas
-
1 filete de pescado blanco (merluza, rape…)
-
1 cebolla
-
2 dientes de ajo
-
1 pimiento rojo pequeño
-
2 tomates maduros (o 200 ml de tomate triturado)
-
1 hoja de laurel
-
1 copa de vino blanco
-
1 litro de caldo de pescado (mejor casero)
-
Aceite de oliva virgen extra
-
Sal y pimienta al gusto
-
Pizca de pimentón dulce (opcional)
-
Perejil fresco picado para decorar
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE SOPA DE MARISCO CASERA
Primero, limpia bien las almejas y los mejillones. Para ello, colócalos en agua con sal durante al menos 30 minutos para que suelten la arena. Mientras tanto, pela las gambas y reserva las cabezas y cáscaras, que nos servirán para hacer un caldo extra sabroso.
A continuación, prepara un fondo de sabor: en una olla con un chorrito de aceite, sofríe las cabezas y cáscaras de las gambas. Añade un poco de agua (500 ml), deja hervir 10-15 minutos y cuela el caldo. Este paso es opcional pero potencia muchísimo el sabor.
Seguidamente, en una cazuela grande, sofríe la cebolla, el ajo y el pimiento rojo picados. Cuando estén tiernos, incorpora los tomates rallados o el tomate triturado, junto con la hoja de laurel. Cocina todo durante 10 minutos a fuego medio, removiendo de vez en cuando.
Luego, añade el vino blanco y deja que se evapore el alcohol durante unos minutos. Después, incorpora los calamares, las gambas peladas y el pescado troceado. Cocina todo 5 minutos, removiendo suavemente.
A continuación, vierte el caldo de pescado (y el extra de gambas si lo hiciste). Añade sal, pimienta, y una pizca de pimentón si te gusta ese toque. Lleva todo a ebullición y cocina a fuego medio durante 10-15 minutos.
Finalmente, añade las almejas y los mejillones. Tapa la olla y deja que se abran, lo cual tomará unos 5 minutos. Una vez abiertos, retira del fuego.
Antes de servir, espolvorea con perejil fresco picado para dar un toque de color y frescura.
✅ Consejos para una sopa de marisco sabrosa y equilibrada
Usa marisco fresco si es posible. El sabor será mucho más intenso y natural que con productos congelados, aunque estos también pueden dar buenos resultados si se descongelan correctamente.
Haz un caldo con las cáscaras y cabezas de las gambas. Es un paso extra, pero marca la diferencia. Aporta un sabor profundo y concentrado que eleva la sopa al siguiente nivel.
Desarena bien las almejas y limpia los mejillones. Déjalos en agua con sal durante al menos 30 minutos y frota las conchas para evitar restos de arena o impurezas en la sopa.
Sofríe bien las verduras al principio. El sofrito es la base de sabor del plato. Dale su tiempo para que cebolla, ajo y pimiento se cocinen lentamente y suelten todo su aroma.
Evita sobrecocinar el marisco. Añade los calamares, gambas y pescado justo a tiempo para que se cocinen pero sigan jugosos y tiernos. El marisco recocido pierde sabor y textura.
No olvides el vino blanco. Aporta acidez, aroma y realza el sabor del marisco. Eso sí, deja que el alcohol se evapore bien antes de seguir con la receta.
Controla la sal al final. Los mariscos y el caldo ya tienen sal, así que es mejor ajustar al final de la cocción para no pasarte.
Sirve bien caliente y con perejil fresco. Le da un toque visual atractivo y un frescor que contrasta muy bien con el sabor del mar.
🔄 Variantes de la receta
Con arroz o fideos finos: convierte la sopa en un plato más completo añadiendo un puñado de arroz o fideos en el momento en que incorporas el caldo. Deja cocinar el tiempo necesario.
Versión picante: añade una guindilla seca al sofrito o una pizca de cayena si te gusta con un punto más atrevido.
Con pan frito: acompaña con rebanadas de pan frito o tostado, perfectas para mojar en el caldo. También puedes espolvorear pan rallado fino justo antes de servir para dar textura.
Con un toque de azafrán: si quieres un punto más sofisticado, añade unas hebras de azafrán en la cocción. Da color, aroma y un sabor característico.
Sin vino: puedes sustituirlo por un chorrito de zumo de limón al final para aportar frescor sin alcohol.
Versión exprés: usa mariscos ya cocidos o congelados (bien escurridos) y caldo de pescado de buena calidad envasado para ahorrar tiempo.
Sopa más densa: si prefieres una textura más espesa, puedes triturar parte del sofrito antes de añadir el caldo, o incorporar una cucharada de pan rallado fino a mitad de cocción.
Sopa de marisco con crema: si buscas un resultado más suave y cremoso, añade un chorrito de nata líquida o leche evaporada al final, sin que hierva, y mezcla bien.