RECETA DE PAELLA DE MARISCO
Descubre la mejor receta de paella de marisco, fácil y deliciosa, con todos los trucos para lograr un arroz perfecto y lleno de sabor.
La paella de marisco es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía española.
Con su combinación de arroz, marisco fresco y un buen caldo de pescado, consigue un sabor inconfundible que evoca el mar en cada bocado.
Prepararla en casa es más fácil de lo que parece si sigues algunos trucos clave.
Para lograr una paella auténtica, es fundamental elegir ingredientes de calidad y respetar los tiempos de cocción.
Un buen sofrito, un arroz que absorba bien el caldo y el equilibrio perfecto entre especias y mariscos son la clave del éxito.
Con la receta de paella de marisco adecuada, cualquiera puede disfrutar de este plato sin complicaciones.
El secreto está en utilizar un buen fumet casero y cocinar el arroz sin removerlo una vez añadido el caldo.
Además, la presentación también es importante: una paella bien decorada con gambas y mejillones hace que el plato luzca aún más apetecible.
Siguiendo la receta de paella de marisco, conseguirás un resultado digno de un restaurante.
Ya sea para una comida familiar o una ocasión especial, esta paella siempre triunfa.
Acompañada de un buen vino blanco o una ensalada fresca, se convierte en una experiencia culinaria completa. Ahora solo queda reunir los ingredientes y ponerse manos a la obra. El éxito está asegurado.
INGREDIENTES DE LA RECETADE PAELLA DE MARISCO
(para 4 personas)
- 300 g de arroz bomba
- 500 g de marisco variado (gambas, langostinos, mejillones, calamares, almejas)
- 1 l de caldo de pescado (fumet)
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 tomate maduro
- 1 pimiento rojo
- 100 ml de vino blanco
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Unas hebras de azafrán (o colorante alimentario)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE PAELLA DE MARISCO
Primero, limpia bien el marisco. Lava las almejas y los mejillones en agua con sal para que suelten la arena.
Después, pela las gambas y los langostinos, reservando las cabezas y las cáscaras para potenciar el sabor del caldo. A continuación, corta los calamares en anillas.
Mientras tanto, en una cazuela con un poco de aceite, sofríe las cabezas y cáscaras de las gambas durante unos minutos.
Luego, añade un litro de agua y deja hervir unos 15-20 minutos. Cuela el caldo y resérvalo caliente.
A continuación, en la paellera, calienta un buen chorro de aceite de oliva. Sofríe la cebolla y el ajo picados hasta que estén dorados.
Luego, incorpora el pimiento rojo en tiras y el tomate rallado. Cocina a fuego medio hasta que se forme un sofrito espeso.
Después, agrega el pimentón dulce y remueve rápido para que no se queme.
A continuación, añade el arroz y rehógalo durante un par de minutos para que absorba bien los sabores.
Seguidamente, vierte el vino blanco y deja que se evapore el alcohol.
Luego, incorpora el caldo caliente (aproximadamente 2,5 veces la cantidad de arroz) junto con las hebras de azafrán.
Cuando empiece a hervir, reparte el arroz uniformemente y no vuelvas a moverlo.
Cocina a fuego fuerte durante los primeros 8 minutos y después baja a fuego medio-bajo durante otros 10 minutos.
Unos 5 minutos antes de que termine la cocción, coloca las gambas, langostinos, calamares, mejillones y almejas sobre el arroz.
Cocina hasta que los mejillones y las almejas se abran y el arroz haya absorbido casi todo el caldo.
Dejar reposar y servir
Por último, apaga el fuego y tapa la paella con un paño limpio o papel de aluminio. Deja reposar unos 5 minutos para que los sabores se asienten.
Finalmente, sirve la paella bien caliente y disfruta con un buen vino blanco o una cerveza bien fría.
✅ Consejos finales para una paella de marisco perfecta
El arroz, siempre bomba: Usa arroz bomba o arroz redondo especial para paella. Es el que mejor absorbe los sabores sin pasarse de cocción ni quedar pastoso.
El caldo es el alma: Invierte tiempo en un buen caldo de pescado. Utiliza las cáscaras y cabezas de las gambas para potenciarlo. Si usas fumet casero, mejor aún.
Proporción de líquido: Como regla general, añade entre 2,5 y 3 partes de caldo por cada parte de arroz. Si es arroz bomba, puedes llegar hasta 3.
No remover el arroz: Una vez repartido, no se vuelve a mover. Así se forma la costra inferior, o socarrat, uno de los mayores placeres de una buena paella.
Reposo sagrado: Cuando apagues el fuego, deja reposar tapado 5-10 minutos. Este paso permite que el arroz termine de asentarse y se integren todos los sabores.
Control del fuego: Fuego fuerte al principio para hervir el caldo, luego medio-suave para cocer el arroz sin que se pase. Si usas gas o fuego de leña, gira la paellera para repartir el calor de forma homogénea.
El marisco justo al final: Incorpóralo solo en los últimos minutos para evitar que se pase. Los mejillones y almejas se abren con el vapor, y las gambas quedan jugosas si no se cocinan en exceso.
🔄 Variantes para personalizar tu paella
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Paella con fondo de ñora o sepia: Puedes enriquecer el sofrito con carne de ñora (reblandeciéndola antes en agua caliente) o con sepia en dados. Aportan mucho sabor y un toque más tradicional.
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Toque picante: Aunque no es típico, puedes añadir un poco de guindilla o unas gotas de tabasco al sofrito si te gusta un puntito picante.
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Color y aroma con azafrán auténtico: Si puedes, usa hebras de azafrán infusionadas en el caldo caliente en lugar de colorante. Da un color más natural y un sabor incomparable.
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Decoración final: Añade unas tiras de pimiento asado por encima una vez servida para darle un toque visual y sabroso. También puedes espolvorear un poco de perejil fresco picado.
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Versión sin marisco con sabor a mar: Para alérgicos o si no tienes marisco fresco, haz solo el sofrito con calamares y un buen fumet. El resultado sigue siendo muy sabroso.
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Paella individual o de tapa: Usa cazuelitas pequeñas o sartenes individuales para hacer versiones mini, ideales como tapa en reuniones o cenas informales.
Con estos consejos y variaciones, puedes adaptar la paella de marisco tanto al gusto tradicional como a nuevas ideas sin perder su esencia.