RECETA DE COSTILLAS CON SALSA BARBACOA
Aprende esta receta de costillas con salsa barbacoa, tiernas y jugosas, perfectas al horno o a la parrilla.
¿Te apetece una comida que sorprenda y deje huella? Las costillas son siempre una apuesta segura cuando quieres lucirte sin complicaciones.
Hay platos que nunca fallan y este es uno de ellos.
Con pocos ingredientes y algo de mimo, puedes lograr un resultado digno de restaurante.
El sabor ahumado, la carne que se deshace y esa salsa pegajosa que lo envuelve todo… Es difícil resistirse. Además, es una receta que gusta a todos y que siempre invita a repetir.
La clave está en la cocción lenta y ese toque final que las transforma en una auténtica delicia.
No necesitas ser un experto, solo seguir los pasos con calma y dejar que el horno (o la parrilla) haga su magia.
¿Te apetece una comida que sorprenda y deje huella? Entonces quédate, porque esta receta no solo conquista el paladar, sino que convierte cualquier comida en un pequeño festín.
INGREDIENTES DE LA RECETA
(para 4 personas aprox.)
Para las costillas:
- 1,5 kg de costillas de cerdo (tipo baby back o costillar entero)
- Sal gruesa y pimienta negra al gusto
- 1 cucharadita de pimentón dulce (opcional: mezcla dulce y picante)
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo
- 1/2 cucharadita de cebolla en polvo
- Un chorrito de aceite de oliva
La salsa barbacoa casera (puedes usar comprada si prefieres):
- 200 ml de kétchup
- 2 cucharadas de miel o azúcar moreno
- 1 cucharada de vinagre de manzana
- 1 cucharada de mostaza (opcional)
- 1 cucharadita de salsa Worcestershire (opcional, pero le da un toque)
- 1 cucharadita de pimentón (dulce o picante)
- Un chorrito de zumo de limón
- Pimienta al gusto
- 1 diente de ajo picado (opcional)
- Un poco de agua si queda muy espesa
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE COSTILLAS CON SALSA BARBACOA
Retira la membrana del lado interno (la piel plateada fina). Esto hace que queden más tiernas.
Unta con aceite, luego frota bien con sal, pimienta, ajo y cebolla en polvo, y pimentón. Déjalas macerar al menos 1 hora (si puedes, toda la noche en la nevera, mejor).
Precalienta el horno a 150 ºC.
Mientras tanto, coloca las costillas sobre papel de aluminio en una bandeja, cúbrelas bien con más papel (como en papillote) y hornea 2 horas a baja temperatura. Así se hacen lentamente y la carne se despega sola del hueso.
Luego en una sartén, mezcla todos los ingredientes y cocina a fuego medio-bajo unos 10-15 min, removiendo, hasta que espese y tenga sabor potente. Ajusta dulzor, acidez o picante al gusto.
Saca las costillas, pincélalas generosamente con la salsa barbacoa por ambos lados.
A continuación sube el horno a 220 ºC (grill si tienes) y cocina unos 10-15 min para que caramelicen, o…
Opción parrilla/barbacoa:
Tras las 2 horas al horno, pásalas a la parrilla y dales 5-10 min por lado con la salsa barbacoa, hasta que estén doradas y pegajosas.
Déjalas reposar 5 min, córtalas entre huesos y sírvelas con patatas asadas, ensalada de col, o lo que te dé la gana. Y cerveza fría o refresco a mano.
💡 Consejos finales para unas costillas de diez
Cocción lenta = éxito asegurado: No te saltes las 2 horas a baja temperatura. Es lo que convierte estas costillas en una delicia que se despega del hueso sin esfuerzo.
El marinado es clave: Si puedes dejarlas toda la noche, mejor. Los sabores penetran más y el resultado es mucho más sabroso.
Salsa casera = personalidad: Ajusta los sabores según tu gusto. Más miel si te va lo dulce, más vinagre si te gusta el contraste, o un toque picante si eres valiente.
No te cortes con la salsa: Sé generoso al pincelar. Parte del encanto está en ese glaseado brillante que las hace irresistibles.
Ya lo tienes: una receta de costillas barbacoa que no solo conquista paladares, sino que convierte cualquier comida en un pequeño festín. Perfecta para lucirte, fácil de seguir y adaptable a horno o parrilla.
¿El secreto? Paciencia, buenos ingredientes y muchas ganas de disfrutar.
🔄 Variantes para reinventar las costillas barbacoa
1. Si prefieres un sabor más ahumado…
Añade a la mezcla de especias una pizca de comino molido o unas gotas de aroma de humo líquido (se vende en tiendas gourmet o de productos americanos). También puedes usar pimentón ahumado en lugar del dulce.
2. En caso de que quieras un toque más exótico…
Incorpora a la salsa una cucharada de salsa de soja y un poco de jengibre fresco rallado, logrando un perfil agridulce al estilo asiático. El toque de miel o azúcar moreno equilibra muy bien esta versión.
3. Si te va lo picante…
Sustituye parte del pimentón dulce por cayena o añade unas gotas de sriracha, tabasco o chile chipotle en adobo. También puedes incorporar jalapeños picados a la salsa para un golpe extra de calor.
4. Para una versión más afrutada…
Agrega a la salsa un poco de zumo de piña, puré de mango o incluso mermelada de melocotón. Estas frutas aportan dulzor natural y un contraste perfecto con el sabor salado de la carne.
5. ¿Tienes poco tiempo?
Usa una salsa barbacoa comercial de buena calidad y personalízala añadiendo un chorrito de vinagre, un poco más de miel y unas especias al gusto. Así ganas sabor sin complicarte.
6. Si cocinas para niños o no quieres alcohol ni picante…
Elimina la mostaza y el picante, y refuerza el dulzor con un extra de miel o mermelada suave. Puedes incluso sustituir el vinagre por zumo de naranja para una versión más suave.
7. Para quienes no comen cerdo…
Estas técnicas sirven igualmente con costillas de ternera o incluso con alitas de pollo, ajustando solo el tiempo de horneado (las alitas, por ejemplo, necesitan menos cocción lenta).
8. ¿Y si no tienes horno?
Puedes cocinar las costillas a fuego lento en una olla tapada durante 2 horas, luego terminarlas en una plancha bien caliente o en la freidora de aire con la salsa, para dorarlas y caramelizarlas.