PULPO A LA GALLEGA RECETA CASERA
El pulpo a la gallega es uno de los platos más emblemáticos de la cocina gallega, conocido por su sabor suave y delicioso. Esta receta casera de pulpo a la gallega te permitirá disfrutar de un manjar lleno de tradición y autenticidad, ideal para cualquier ocasión.
La clave de esta receta radica en la cocción del pulpo, que debe ser realizado con paciencia para conseguir la textura perfecta.
En esta receta casera de pulpo a la gallega, se utiliza aceite de oliva virgen extra, pimentón y sal gruesa, ingredientes simples pero que realzan el sabor del marisco.
La preparación es bastante sencilla, solo necesitas seguir unos pocos pasos para lograr un pulpo tierno y lleno de sabor.
Con esta receta, podrás disfrutar de un plato que ha conquistado a todos los que lo prueban.
Servido en rodajas finas y rociado con aceite y pimentón, el pulpo a la gallega es un plato ideal para compartir.
No importa si lo preparas para un almuerzo familiar o una ocasión especial, siempre será un éxito.
INGREDIENTES DE LA RECETA CASERA DE PULPO A LA GALLEGA
- 1 pulpo de 1,5 kg aproximadamente
- 3-4 patatas medianas
- 1 hoja de laurel
- Sal gruesa
- Pimentón dulce (o picante, según tu gusto)
- Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN DE LA RECETA CASERA DE PULPO A LA GALLEGA
En una olla grande, pon a hervir agua con la hoja de laurel. Cuando el agua esté hirviendo, introduce el pulpo con mucho cuidado, sumergiéndolo un par de veces durante unos segundos para “asustarlo” (esto ayudará a que quede más tierno).
Después, deja cocer el pulpo durante 40-45 minutos, dependiendo de su tamaño, hasta que esté tierno.
Mientras se cocina el pulpo, pela las patatas y córtalas en rodajas de 1-2 cm de grosor.
Una vez cocido el pulpo, en la misma agua de cocción, introduce las patatas y hiérvelas hasta que estén tiernas, unos 20-25 minutos.
Cuando el pulpo esté cocido y las patatas también, sácalos de la olla.
Corta el pulpo en rodajas finas y resérvalo.
En una fuente o plato grande, coloca las rodajas de patata en la base.
Sobre las patatas, coloca las rodajas de pulpo. Espolvorea todo con sal gruesa y pimentón al gusto (puedes usar tanto dulce como picante, según prefieras).
Por último, riega generosamente con aceite de oliva virgen extra.
✅ Consejos finales para que te salga perfecto
Congela el pulpo antes: Si compras el pulpo fresco, es recomendable congelarlo previamente durante al menos 48 horas. Esto rompe las fibras y lo deja mucho más tierno. Si ya lo compras congelado, simplemente descongélalo lentamente en la nevera.
Asustar el pulpo importa: Sumergirlo y sacarlo del agua hirviendo unas 2 o 3 veces (asustarlo) no es solo tradición, es técnica: ayuda a que la piel no se desprenda y mejora su textura.
Control del punto de cocción: El tiempo de cocción puede variar. A partir de los 35 minutos, empieza a pincharlo con un palillo en la parte más gruesa (normalmente donde empieza el tentáculo) para comprobar si está tierno.
El agua es oro: No tires el agua de cocción; tiene mucho sabor y sirve para cocer las patatas y darles ese toque auténtico a mar que distingue el plato.
Aceite de calidad y pimentón de verdad: Usa un buen aceite de oliva virgen extra (de sabor intenso pero equilibrado) y pimentón de la Vera si puedes. La diferencia es notable.
Montaje con mimo: Sirve el pulpo sobre tabla de madera si quieres una presentación 100% tradicional. Coloca las patatas como base, luego el pulpo, y espolvorea la sal, el pimentón y el aceite justo antes de servir.
🔄 Variantes para darle tu toque personal
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Con alioli suave: Aunque no es la forma gallega tradicional, algunas personas sirven el pulpo con una cucharadita de alioli suave encima de cada porción. Combina especialmente bien si usas pimentón picante.
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Pulpo a la brasa: Una vez cocido, puedes dorar ligeramente el pulpo a la plancha o en una sartén con unas gotas de aceite. Le da un sabor ahumado espectacular.
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Versión tibia o fría: Puedes servirlo caliente justo al acabar de montar, o dejarlo enfriar un poco. A temperatura ambiente también está delicioso y más asentado de sabor.
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Con cachelos (patatas gallegas): Si tienes acceso a patata gallega, mejor aún. De lo contrario, elige variedades harinosas o de cocción lenta para que absorban mejor el sabor del caldo del pulpo.
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Pulpo con verduras: Añade pimiento rojo asado en tiras o cebolla morada en aros finos como decoración opcional. No es lo tradicional, pero puede aportar color y frescura.
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Mini tapas o montaditos: Corta rebanadas de pan tostado, coloca encima una rodaja de patata, otra de pulpo, un poco de pimentón y aceite, ¡y tendrás unas tapas perfectas para un picoteo!
Con estos trucos y variantes, puedes preparar el pulpo a la gallega clásico o adaptarlo según el momento.