RECETA DE MASA PARA PIZZA Y PAN: PASO A PASO PARA UNA MASA PERFECTA
Descubre cómo hacer la masa perfecta para pizza y pan con esta receta tradicional.
Sigue nuestro paso a paso para obtener resultados deliciosos en tu cocina.
Prepara deliciosas pizzas caseras y panes artesanales con nuestra receta de masa para pizza y pan.
Descubre cómo hacer una masa versátil y fácil de trabajar que garantiza resultados perfectos cada vez.
Con ingredientes simples y nuestro detallado paso a paso, crearás auténticos placeres gastronómicos en tu propia cocina.
Desde pizzas con bordes crujientes hasta panes esponjosos, esta receta te llevará a disfrutar de lo mejor de la cocina casera italiana.
INGREDIENTES DE LA RECETA
- 700 g de harina (preferiblemente harina de fuerza)
- 450 g de agua templada
- 10 g de levadura seca de panadero (o 20 g de levadura fresca)
- 10 g de sal
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE MASA PARA PIZZA Y PAN
En un recipiente pequeño, disuelve la levadura en el agua templada. Agita suavemente para asegurarte de que la levadura se disuelva por completo.
Deja reposar durante unos 5-10 minutos hasta que se vuelva espumosa.
Este paso es crucial para activar la levadura y asegurar una buena fermentación.
En un bol grande, tamiza la harina y añade la sal.
Mezcla bien con una cuchara o un batidor de mano para distribuir uniformemente la sal en la harina.
Vierte lentamente el agua con la levadura activada en el bol de harina y sal.
Utiliza una cuchara de madera o una espátula para mezclar los ingredientes hasta que se forme una masa pegajosa y homogénea.
Si la masa está demasiado seca, añade un poco más de agua templada, una cucharada a la vez. Si está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina.
Una vez que todos los ingredientes estén bien combinados, es hora de amasar la masa.
Espolvorea un poco de harina en una superficie limpia y lisa y voltea la masa sobre ella. Amasa la masa durante unos 8-10 minutos, hasta que se vuelva suave y elástica.
Esto desarrollará el gluten en la masa, lo que le dará una textura más ligera y aireada.
Forma la masa en una bola y colócala en un bol ligeramente engrasado.
Cubre el bol con un paño limpio o film transparente y deja reposar la masa en un lugar cálido durante aproximadamente 1-2 horas, o hasta que duplique su tamaño.
El tiempo de levado puede variar según la temperatura ambiente.
Si no planeas usar la masa de inmediato, puedes refrigerarla.
Envuelve la masa en film transparente y guárdala en el refrigerador.
La masa puede permanecer en el refrigerador durante un máximo de 2-3 días. Antes de usarla, deja que la masa alcance la temperatura ambiente durante unos 30-60 minutos.
Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, estará lista para ser usada en la elaboración de pizzas o panes.
Divídela según sea necesario para las porciones deseadas y sigue las instrucciones de tu receta específica para la elaboración final.
✅ Consejos para una masa perfecta
1. Usa harina de fuerza
Es la mejor para masas que necesitan buen desarrollo de gluten, como pizza y pan. Aporta elasticidad y buena textura.
2. Agua templada, no caliente
El agua debe estar tibia, alrededor de 30-40 ºC, para no matar la levadura ni ralentizar su activación.
3. Activa bien la levadura
Disolver y dejar que espume unos 5-10 minutos es clave. Si no ves burbujas o espuma, la levadura puede estar muerta o vieja.
4. Mezcla poco a poco
Añade el agua con levadura lentamente y mezcla con cuchara o espátula hasta integrar. No uses batidora eléctrica al principio para evitar pasarte de gluten.
5. Ajusta la hidratación
Dependiendo de la harina y la humedad ambiental, puede que necesites un poco más o menos agua. La masa debe quedar pegajosa pero manejable.
6. Amasa bien, con paciencia
Un amasado de 8-10 minutos a mano es ideal. Estira y pliega la masa, presiona con la palma, y notarás cómo va volviéndose más elástica y suave.
7. Deja levar en lugar cálido y sin corrientes
El reposo debe ser tranquilo para que la masa duplique volumen. 1-2 horas suele ser suficiente, pero si hace frío puede tardar más.
8. Guarda en frío si no usas de inmediato
El levado lento en nevera (fermentación en frío) mejora mucho el sabor y la textura, desarrollando aromas más complejos.
🍞 Variantes y mejoras
Levadura fresca o seca
Puedes usar ambas. La seca es más cómoda y dura más tiempo. Si usas fresca, dobla la cantidad.
Añade un poco de azúcar o miel
Un toque (5 g) ayuda a alimentar la levadura y da un toque de sabor y color al pan o pizza.
Usa aceite de oliva en la masa
Incorporar 1-2 cucharadas de aceite aporta elasticidad, sabor y mantiene la masa más jugosa.
Prueba con harina integral o mezcla de harinas
Si quieres un pan más rústico o saludable, sustituye hasta un 30% por harina integral o de centeno.
Fermentación larga en frío
Deja la masa 12-24 horas en la nevera para una fermentación lenta que da mucho sabor y mejor textura alveolada.
Añade hierbas o especias
Puedes incorporar orégano, romero o ajo en polvo para pizza con un toque extra.
🥖 Trucos extra
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Para estirar la masa, usa las manos y deja que se relaje si se encoge mucho.
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Si vas a hacer pizza, precalienta el horno al máximo y usa piedra para horno o bandeja perforada para mejor cocción.
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Guarda la masa bien envuelta para que no se reseque.
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Si te sobra masa, haz bollitos y congélalos para otra ocasión.
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Si la masa está muy pegajosa, un poco de harina extra al amasar es buena opción, pero sin pasarte para no endurecer.