LENTEJAS CON CHORIZO LA RECETA DE LA ABUELA
Las lentejas con chorizo, la receta de la abuela, es uno de esos platos que nos conecta con lo más auténtico de la cocina casera.
Con su sabor profundo y reconfortante, es ideal para cualquier ocasión, desde un almuerzo familiar hasta una comida en un día frío.
Cada bocado nos recuerda las tradiciones y la comodidad de los sabores de siempre.
A lo largo de los años, las lentejas con chorizo, la receta de la abuela, ha pasado de generación en generación, adaptándose a diferentes gustos pero siempre manteniendo su esencia.
Este plato ha logrado mantenerse vigente, convirtiéndose en un clásico que no pierde su encanto con el paso del tiempo.
No solo es un plato sabroso, sino también nutritivo. Las lentejas, cargadas de proteínas, y el chorizo, con su toque de sabor inconfundible, hacen de esta receta una combinación perfecta para mantenernos energizados.
Es ideal para compartir con los seres queridos y disfrutar de una comida que te abraza.
En resumen, si buscas un plato que te recuerde a la cocina tradicional, no puedes dejar de probar las lentejas con chorizo, la receta de la abuela.
No hay nada mejor que saborear este delicioso guiso que nunca pasa de moda.
INGREDIENTES DE LA RECETA
- 300 g de lentejas (mejor si son pardinas, no necesitan remojo)
- 2 chorizos (si te gusta más potente, puedes poner uno extra)
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 zanahoria
- 1 pimiento verde
- 1 tomate maduro
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de pimentón dulce (puedes poner un poco de picante si te gusta)
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- 1,5 litros de caldo de verduras o agua
- 1 trozo pequeño de panceta (opcional, para darle más sabor)
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE LA ABUELA DE LENTEJAS CON CHORIZO
Pela y pica la cebolla, el ajo, la zanahoria, el pimiento verde y el tomate en trozos pequeños.
Corta el chorizo en rodajas y la panceta en trozos pequeños si la vas a usar.
En una cazuela grande, añade un chorrito de aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo durante unos minutos hasta que estén dorados.
Después añade el pimiento verde y la zanahoria, y cocina unos minutos más.
Incorpora el tomate picado y el pimentón. Remueve todo bien y cocina hasta que el tomate se ablande.
Añade las lentejas a la cazuela junto con el caldo de verduras o agua. Si usas agua, también puedes poner un poco de sal.
Agrega la hoja de laurel, el chorizo y la panceta (si usas).
Cocina a fuego medio-bajo durante unos 45-60 minutos, dependiendo de la dureza de las lentejas y el gusto por la cocción (si es necesario, añade más caldo o agua durante la cocción para que no se quede seco).
A mitad de cocción, prueba y ajusta de sal y pimienta.
Consejos de la abuela para que te salgan perfectas:
Sofríe con cariño: No tengas prisa con el sofrito. Es la base de todo el sabor. La abuela siempre decía: “si el sofrito huele bien, las lentejas saldrán de escándalo”.
El truco del tomate: Usa tomate maduro y natural, rallado o muy bien picado. Si está en temporada, mejor aún. Aporta un punto ácido que equilibra la grasa del chorizo.
No remuevas con cuchara metálica: Las lentejas son delicadas. Si necesitas moverlas, hazlo agitando la cazuela con movimientos suaves. Así evitarás que se rompan y queden enteras.
El reposo es sagrado: Una vez terminadas, deja reposar las lentejas al menos 10 minutos con la olla tapada. Como decía la abuela, “con el reposo se casan los sabores”.
Mejor de un día para otro: Si puedes, hazlas con antelación. Al día siguiente están incluso más buenas porque todos los sabores se asientan.
Congelan de maravilla: La abuela hacía de más y congelaba en raciones. Así siempre había una comida casera lista para días con poco tiempo.
El chorizo, mejor ibérico: Si puedes elegir, opta por chorizo ibérico. Su sabor es más profundo y no suelta tanta grasa. Si el chorizo es muy graso, puedes cocerlo un poco antes aparte y luego añadirlo.
Variantes familiares:
Aunque esta es la versión clásica, muchas familias tienen su propia forma de preparar las lentejas con chorizo. Algunas opciones que puedes probar:
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Añadir unas patatas troceadas en el último tramo de cocción.
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Incluir un toque de comino para dar un matiz diferente.
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Sustituir parte del caldo por un poco de vino blanco para un fondo más sabroso.
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Echar un trozo de morcilla (sin pasarse) si te gusta el sabor más contundente.
En resumen, si buscas un plato que te recuerde a la cocina tradicional, no puedes dejar de probar las lentejas con chorizo, la receta de la abuela. Porque hay recetas que no pasan de moda, y sabores que nunca se olvidan.