POLLO AL AJILLO RECETA TRADICIONAL ESPAÑOLA FÁCIL
Prepara una receta tradicional de pollo al ajillo fácil y deliciosa, con ajo, vino blanco y todo el sabor de la cocina española.
El pollo al ajillo es uno de esos platos que nunca pasan de moda. Su aroma inconfundible, la combinación perfecta de ajo dorado y vino blanco, y esa textura jugosa lo convierten en una apuesta segura para cualquier comida.
Si buscas una receta fácil y llena de sabor, has llegado al lugar indicado.
Esta receta tradicional de pollo al ajillo ha pasado de generación en generación, manteniendo su esencia intacta. Es un plato sencillo, pero con un carácter inigualable, capaz de transportarte a esas reuniones familiares donde el buen comer es protagonista.
Además, se prepara con ingredientes básicos que seguro tienes en casa.
Lo mejor es que no necesitas ser un experto en la cocina para conseguir un resultado espectacular. Con unos simples pasos y un poco de paciencia, obtendrás un pollo dorado por fuera, tierno por dentro y con una salsa irresistible.
Y sí, como toda receta tradicional de pollo al ajillo, el pan es casi obligatorio para aprovechar cada gota de su sabor.
Así que si quieres sorprender con un plato clásico, sin complicarte demasiado, esta opción es perfecta para ti. Su éxito está garantizado, ya sea para una comida entre semana o para una ocasión especial.
INGREDIENTES DE LA RECETA TRADICIONAL DE POLLO AL AJILLO
(para 4 personas):
-
1 pollo troceado
-
8-10 dientes de ajo
-
1 vaso de vino blanco (200 ml)
-
1 guindilla (opcional, si quieres un toque picante)
-
1 ramita de tomillo o romero (opcional)
-
Aceite de oliva virgen extra
- Perejil finamente picado
-
Sal y pimienta al gusto
PREPARACIÓN DE LA RECETA TRADICIONAL DE POLLO AL AJILLO
Pela los ajos y dóralos en una sartén grande con un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio. Puedes dejarlos enteros o cortarlos en láminas.
Si usas guindilla, añádela ahora para que suelte su sabor.
Cuando los ajos estén dorados, retíralos y resérvalos.
En el mismo aceite, añade los trozos de pollo salpimentados.
Cocínalos a fuego medio-alto hasta que estén bien dorados por fuera.
Vuelve a añadir los ajos a la sartén con el pollo.
Incorpora el vino blanco y deja que evapore el alcohol durante 2-3 minutos.
Si quieres, añade una ramita de tomillo o romero para darle más aroma.
Baja el fuego y deja cocinar unos 15-20 minutos más, removiendo de vez en cuando, hasta que el pollo esté tierno y bien impregnado de los sabores.
Si queda demasiado seco, puedes añadir un poco de agua o caldo de pollo.
Sirve el pollo al ajillo bien caliente, espolvoreado con perejil y acompañado de pan para mojar en la salsita. También va genial con patatas fritas o una ensalada fresca.
CONSEJOS FINALES
No sobre cocines el pollo: La clave está en dorarlo bien por fuera, pero sin que se seque. Debe quedar jugoso por dentro.
Cuidado con el ajo: Cocina los ajos a fuego medio-bajo para que no se quemen y amarguen, pero se doren perfectamente y liberen su sabor.
Añade un toque de hierbas frescas: Si quieres darle un giro, incorpora romero o tomillo al final de la cocción para intensificar el aroma.
Sírvelo con lo que más te guste: Acompáñalo con patatas fritas, arroz o una ensalada fresca para equilibrar los sabores.